miércoles, 26 de enero de 2011

Crónica Fotográfica (273): Carámbanos

carambanos

4 comentarios:

Elena Rius dijo...

¡Brrr! ¡Vaya frío! Y pobres patos...

Blanca dijo...

Qué maravilla! por cierto, nos preguntamos sin cesar ¿el pellizco de Pipa te dejó moratón?

Pipa ayer hizo un año con nosotros, se encontró con Lisa y mientras sus paseadoras hablábamos de cómo una famosa cantante-modelo sobrina-de un cantante famoso había anunciado a la protectora donde había adoptado a una perra muy parecida a Pipa que "la devolvía porque carecía de medios para mantenerla" y ambas nos echábamos las manos a la cabeza sin poder entender como la gente es capaz de abandonar a sus perros (porque lo que hace esta famosa es un abandono aunque la deje en el albergue) Pipa y Lisa aprovecharon para contarse sus cosas, al principio de modo suave, luego más fuerte, luego empezaron a tocarse, a enseñarse los dientes, y en una de esas enseñadas Pipa pellizcó a la paseadora de Lisa ¿qué se decían? nunca lo sabremos, la Paseadora de Lisa hizo ay!, las dos se callaron, las hicimos sentar, las frenamos y continuamos las cuatro paseando, disfutando de El Retiro en la noche, pero esta mañana Pipa y yo nos preguntábamos ¿te hizo moratón?

Un abrazo a todos los paseadores felices de perros felices, que los teneis o los habeis acogido de un modo responsable, sabiendo que, cuando das el paso de poner un perro en tu vida no es ni como signo externo de riqueza, ni para darte publicidad solidaria, ni para tener de todo y que sabeis que es un ser vivo que no puede ser tratado como un objeto del que te puedes desprender a tu antojo.

Anónimo dijo...

¡Caramba nos!

Carrusel Bazar dijo...

Hola a todos, y gracias por vuestros comentarios.
Elena: es verdad lo que dices, brrrr, ¡qué frío!
Blanca: suscribo tus palabras. En cuanto al "pellizco", como tú lo llamas, que sepas que sólo fue eso, y aunque es cierto que noté los dientes de Pipa, creo que podré conservar la pierna ;))
En realidad yo tengo parte de culpa en nuestro pequeño incidente, porque me quedé estupefacta ante ese caso de abandono que me estabas contando (la famosa que adopta un perro para aparentar y cuando ya se ha cansado lo devuelve) que tardé en reaccionar.
En fin, son los gajes del oficio de paseadora.
Anónimo: eso dije yo, ¡caramba!