Madrid está de fiesta estos días. En el parque de San Isidro, donde se encuentra la famosa "pradera" y se celebra la festividad del patrón de la ciudad, se ha instalado una feria. Visitar este lugar por la mañana, bien temprano, es una experiencia surrealista. Las atracciones están cerradas y el silencio reina en todo el recinto. Paseando por estas calles artificiales, sucias y desiertas, entre casetas de tiro y puestos de comida, parecemos los supervivientes de un holocausto.
lunes, 14 de mayo de 2012
La máquina del buen rollo
Madrid está de fiesta estos días. En el parque de San Isidro, donde se encuentra la famosa "pradera" y se celebra la festividad del patrón de la ciudad, se ha instalado una feria. Visitar este lugar por la mañana, bien temprano, es una experiencia surrealista. Las atracciones están cerradas y el silencio reina en todo el recinto. Paseando por estas calles artificiales, sucias y desiertas, entre casetas de tiro y puestos de comida, parecemos los supervivientes de un holocausto.
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Carrusel Bazar
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2 comentarios:
"Samwichis", qué buena variante...
Las ferias incluso llenas y en funcionamiento son surreales, de modo que vacías, mucho más.
Desde luego, Elena, las ferias son lugares de lo más extraños.
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