viernes, 27 de julio de 2012

Sobre Lisístrata

Lisístrata, en el anfiteatro del parque del Manzanares

COMISARIO. ¿Qué es lo que vas a hacer?
LISÍSTRATA. ¿Eso me preguntas? Lo vamos a administrar nosotras.
COMISARIO. ¿Que vosotras lo vais a administrar?
LISÍSTRATA. Y ¿por qué te sorprendes? ¿No somos nosotras las que os administramos todo lo de la casa?
COMISARIO. Pero no es lo mismo.
LISÍSTRATA. ¿Cómo que no es lo mismo?
COMISARIO. La guerra hay que hacerla contando con ese dinero.
LISÍSTRATA. Pero lo primero de todo es que no hay que hacer la guerra.
COMISARIO. ¿Pues de qué otra manera estaremos a salvo?
LISÍSTRATA. Nosotras os salvaremos.
COMISARIO. ¿Vosotras?
LISÍSTRATA. Sí, nosotras.
COMISARIO. ¡Asombroso!

Lisístrata
Aristófanes (ss.V-IV a.C.)

jueves, 12 de julio de 2012

Sobre el Polifemo


“Más agradable y menos zahareña,
al mancebo levanta venturoso,
dulce ya concediéndole y risueña,
paces no al sueño, treguas sí al reposo.
Lo cóncavo hacía de una peña
a un fresco sitïal dosel umbroso,
y verdes celosías unas hiedras,
trepando troncos y abrazando piedras.

Sobre una alfombra, que imitara en vano
el tirio sus matices (si bien era
de cuantas sedas ya hiló, gusano,
y, artífice, tejió la Primavera)
reclinados, al mirto más lozano,
una y otra lasciva, si ligera,
paloma se caló, cuyos gemidos
–trompas de amor– alteran sus oídos”.

Fábula de Polifemo y Galatea
Luis de Góngora (1561-1627)

martes, 10 de julio de 2012

Sobre Roma


“Vivo ahora con una lucidez y una placidez desde hace mucho tiempo insospechadas. Mi tarea, verlo e interpretarlo todo como realmente es; mi norma, hacer de mis ojos luz; el absoluto alejamiento de cualquier prejuicio, me hacen mucho bien y me proporcionan una paz infinitamente grata. Cada día una cosa nueva y digna de ser conocida, ni un solo día sin nuevas, singulares y grandiosas imágenes, y un todo en el cual se ha pensado y soñado durante mucho tiempo pero que la capacidad de imaginar, por sí sola, nunca habría alcanzado.
    Hoy he estado en la pirámide de Cestius y, al atardecer, en la cima del Palatino, en las ruinas de los palacios imperiales, similares a paredes rocosas. ¡No sabría cómo explicarlo! Sin duda no hay aquí nada que sea pequeño, aunque de vez en cuando puedan aparecer cosas criticables y de escaso gusto; pero también eso, a pesar de todo, participa de la grandeza del conjunto”.

Viaje a Italia
J. W. Goethe (1749-1832)

jueves, 5 de julio de 2012

Sobre Robinson Crusoe


“Transporté todas mis riquezas a esa suerte de fortaleza. Allí armé una tienda grande y doble para protegerme bien de las lluvias, que son tan violentas en esta región durante cierta época del año. Primero hice una tienda de medianas dimensiones y le superpuse otra mayor; finalmente lo cubrí todo con una tela embreada que había salvado junto con las velas. Desde entonces y por mucho tiempo dejé de acostarme en la cama que había traído a tierra, y preferí dormir en una magnífica hamaca”.

Robinson Crusoe
Daniel Defoe (c. 1660-1731)

martes, 3 de julio de 2012

Sobre el miedo


"Después, silencio, un silencio lleno de rumores extraños, el silencio de la media noche, con un murmullo monótono de agua distante; lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; ecos de pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten, estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que no se ve y cuya aproximación se nota no obstante en la oscuridad".

El monte de las ánimas
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)