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Barcelona |
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Lisa, mirando la ciudad |
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Torre de Collserola |
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Pinos |
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En la cima de la montaña, el Observatorio Fabra |
Esta vez sí, hoy vamos a visitar el parque con las mejores vistas de Barcelona, sin discusión. Aunque necesitamos ir en coche, en un santiamén nos plantamos en la avenida del Tibidabo y, una vez en la plaza del Doctor Andreu, solo nos quedan 300 metros para llegar al aparcamiento que da acceso al passeig o carretera de les Aigües. Esta pista de piedra suelta discurre a media altura de la montaña y parque de Collserola por la vertiente este, siempre mirando al mar y la ciudad.
Con una anchura entre 4 y 5 metros, la carretera, de perfil plano, está cerrada al tráfico de vehículos, salvo bicicletas. Aunque es domingo y bastante temprano, apenas hay sitio para aparcar. Ya me habían dicho que la carretera está muy transitada en fin de semana, sobre todo por corredores y ciclistas, que pueden entrenar sin miedo a los coches. Consigo aparcar y por fin comenzamos nuestra pequeña excursión sin salir de la ciudad. No es necesario llevar agua, ya que hay varias fuentes durante el recorrido. Nosotras no llegamos al final de la carretera, en Vallvidrera, pero creo que tiene unos 5 kilómetros de largo, lo que significa que un recorrido circular son unos 10 kilómetros, una buena distancia para correr. Nos cruzamos con algunos perros y sus paseadores, aunque pocos, y durante el camino vemos la torre de comunicaciones de Collserola, el Tibidabo y el Observatorio Fabra. La próxima vez tomaremos el primer desvío que sale al paso desde el inicio. Según reza el cartel, se dirige al Observatorio Fabra, y parece más boscoso y montañoso que la carretera principal. Creo que a Lisa le gustará más, y a mí también, aunque ha merecido la pena venir por la maravillosa panorámica de Barcelona y el contacto con la naturaleza.
Barcelona no tiene parques urbanos de entidad, queridos lectores. Y bien que me cuesta admitirlo. Madrileños: el Retiro es la segunda cosa mejor de Madrid.
2 comentarios:
Me encanta la carretera de las Aguas, pero he dejado de ir en domingo porque se pone imposible de ciclistas (que no siempre respetan a los que vamos a pie). Algún día tienes que tomarla por el otro extremo, comenzando en Sant Just, muy cerca de la montaña de Sant Pere Màrtir. Es un recorrido que vale mucho la pena.
Gracias por la recomendación, Elena, no te quepa duda de que seguiré tu consejo. Es verdad que había muchos ciclistas.
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