martes, 14 de junio de 2011

Paseos a la moda


Mi experiencia como paseadora me ha proporcionado cierta sabiduría a la hora de decidir qué ponerme para ir al parque. Si queréis saber cuál es mi atuendo habitual, sólo tenéis que mirar la foto –una mujer elegante y sofisticada, adornada con bolso, delicados guantes y zapatos de tacón–, e inmediatamente imaginar lo opuesto. Efectivamente, esa soy yo: zapatillas deportivas y ropa de algodón (estoy viendo vuestras caras de decepción). Como imagen publicitaria, tal vez la modelo sirviera para vender esa chaqueta felina o esos zapatos de salón, pero quien tiene perro sabe que esa imagen pertenece al ámbito de la ciencia ficción (perruna).
Esta encantadora modelo bien podría estar en el Retiro. Casi puedo asegurar que está recostada sobre un plátano, y ese banco que se ve a la izquierda es clavadito a los que tenemos en nuestro jardín particular. Detrás es fácil situar el Estanque Grande, y si no fuera por ese edificio palladiano que se intuye al fondo, ¿quién podría negar que la sesión fotográfica tuvo lugar en el Retiro?
Todo esto es fruto de la especulación, por supuesto, pero es que hoy me he topado con esta imagen de los años cincuenta en el blog de Millie Motts y de repente me he visto a mí misma paseando de esta guisa con Lisa, altiva como una palmera de Fortune (si queréis saber cómo es una palmera de Fortune, podéis consultar un libro de botánica o leer mi primer post), y me ha entrado la risa, sobre todo al pensar cómo demonios iba a agacharme para recoger... ya sabéis qué.

No hay comentarios: