sábado, 19 de noviembre de 2011

Madroño, magnolia y espino de fuego




Si te sientes bien rodeado de naturaleza, si eres un espíritu sensible a la belleza, no puedes dejar de visitar el Retiro estos días de otoño. Soy consciente de que la crisis que estamos atravesando es cruel y que además parece interminable, de que la prima de riesgo anda por las nubes y de que nos hallamos al borde del rescate financiero. Pero, amigo, vente al parque, a este o a otro que tengas cerca de casa, a un bosque... Pasa un rato caminando, llévate un libro, o dedícate sencillamente a observar los árboles, las plantas... No hay mejor terapia contra el barrunto pesimista que pisar un sendero tapizado de hojarasca. ¡Venga, sal de casa!

2 comentarios:

Santi Palillo dijo...

Ayer mismo me fijé en los madroños del paseo de coches, muy cerca del paseo del Uruguay; muchos frutos han empezado a caer al suelo ¿serán comestibles?, por encima de la altura de un brazo levantado hay muchos, lo que me hace pensar que alguien los recoge.

Lo cierto es que el Retiro está espectacular estos días.

Carrusel Bazar dijo...

Puedo asegurarte que los madroños son comestibles: Lisa se dio un día un atracón ;)
Es cierto, Santi, el Retiro está esplendoroso en otoño.

Un abrazo