domingo, 26 de junio de 2011

Neo, un perro extraordinario


Leí hace tiempo un libro estupendo, Todos los perros de mi vida, de Elizabeth von Arnim, y de él acabo de rescatar unas palabras, muy oportunas en este momento tan triste:

Brindo por los perros buenos.
Sea cual sea su raza, tengan o no pedigrí,
aunque nunca hayan ganado un premio de postín,
brindo por los perros buenos.
Por los rabos que se agitan, por las miradas sinceras,
la extraordinaria valía y lealtad insospechada
que tal y como merecen nunca serán valoradas.

Por favor, observad esta foto.
Podría contaros sobre ella dónde la tomé, en qué circunstancias, a qué hora, quién más estaba presente... Sin embargo, todos esos datos son irrelevantes, pues lo realmente importante es que el perro que aparece en ella se llamaba Neo y que esta imagen resume un instante de felicidad suprema.
Mi querido Neo era un perro extraordinario, y como buen labrador adoraba zambullirse. He decidido que esta es la fotografía perfecta para rendirle un homenaje, a pesar de que apenas se le intuya entre las olas.

3 comentarios:

Alex Pallares dijo...

Moltes gracies Olga, es un detall molt maco, un peto ben gran per tots tres!!!!!!

Carrusel Bazar dijo...

Tant de bo poguéssim estar amb vosaltres, una abraçada molt forta.

Anna Padern i Romero dijo...

No podria imaginar una dedicatòria més maca pel Neo. Moltes gràcies pels ànims i, no us preocupeu, que malgrat la distància ens sentim molt acompanyats. Una abraçada molt forta.